Reseña | Instant Karma - Wendy Davies

jueves, 19 de mayo de 2016



¿Alguna vez te has sentido solo a pesar de estar rodeado de gente? ¿Tan diferente como un gato en un mundo de perros? 

Rin se siente así todo el tiempo. Como si viviera en un mundo al que no pertenece, como si los demás hablaran en un idioma que él no es capaz de comprender y como si fingir fuera la única manera de encajar. Por eso, a veces, sin moverse del sitio, viaja a su pequeño planeta donde todo es circular, tan diminuto como el asteroide B612 e igual de recóndito. Allí todo es como debería ser, no necesita a nadie más. Cuando Via irrumpe en su planeta llevada por el karma, arrasando con toda lógica y estabilidad, Rin piensa que se trata de un huracán de categoría cinco. Pero lo que Rin no sabe es que de las peores catástrofes pueden surgir los mejores milagros. Y es que a veces no es necesario ser etiquetado de diferente para serlo. Dos piezas destinadas a no encajar, de puzles distintos, acabarán formando una imagen nueva donde la única regla es que no hay reglas.

Instant karma es un libro tierno que toma como referente El Principito para hablar de lo que realmente importa, aquello que es invisible a los ojos, y que explora la diferencia como punto de partida para descubrir el amor.


Bien, no hay tiempo de saludos. ¿Saben cuánto tiempo llevaba preparando esta reseña? Mucho. Pero es que nunca terminaba de quedar exactamente como yo quería. Pero ya está. No podía esperar más.

Tengo que decirlo. Tenía miedo de leer este libro. Sí, lo que hay. Porque cuando leo libros autoconclusivos de un mismo autor, por alguna razón, el primero me encanta y el resto me gustan cada uno menos que el anterior.

Y claro, llego yo, con un amor incondicional por Recuerda que me quieres, y me compro este libro poniendo todas mis ilusiones en él.

Creo que es lo mejor que he hecho en lo que llevo de...no sé, vida.

Lo primero que me llamó la atención fue la portada, mucho más sencilla y esquemática que la de los anteriores. Y tiene un cactus. Adoro los cactus. Así que ya tenía un ingrediente a su favor. Siguiente, la sinopsis. Léanla bien. A mí al menos me cautivó por completo. Me dejó con demasiada curiosidad. De hecho, estaba con una amiga comprando un libro y lo vi. Y me puso ojitos. Y no lo pude comprar porque mi amiga no me dejó.

Ya, a la semana siguiente volví sola a la librería y me lo compré.

Total, que voy a empezar, mejor.

Este libro me ha parecido, con mucho, de lo más original que he leído en los últimos años. Nos habla de Rin, un muchacho con Asperger que tiene su peculiar modo de ver la realidad. Su vida no ha sido fácil, ya que para muchos es un chico rarito, con él que no se que quieren juntar y del que se burlan sin piedad alguna. Por otro lado esta Via, una chica que no está pasando por un buen momento, tanto en casa como en su vida personal en general. Rin y Via son diferentes, pero cuando se encuentren vivirán muchas cosas y se darán cuenta de lo importante que son el uno para el otro.

Los personajes son como la historia: únicos. Mágicos. Son los típicos que yo quiero como amigos, muy fieles a sí mismos, a su esencia. Y yo creo que son los que destacan -obviamente- de toda la historia, pero hasta un punto que no pueden imaginarse, porque se me hace imposible entender Instant Karma sin Rin y Via como protagonistas. Ellos son la historia, en sí misma.

Rin, en concreto, fue mi favorito. Es demasiado tierno. Tenía sus momentos, obviamente, pero cada vez que aparecía se encendía en mí una necesidad incontrolable de entrar en el libro y darle un abrazo. No hay malicia en él, no hay malas intenciones. Es pureza, curiosidad. Realmente creo que podría ser uno de mis personajes masculinos preferidos, de toda mi vida lectora. Via también me gustó bastante, totalmente distinto a Rin, siendo supersticiosa y alocada. Es decidida y me gustó mucho que sea una chica que sigue sus instintos, que no se estanque en lo que los demás quieren o esperen de ella.

Me ha gustado especialmente la evolución en la relación de estos dos. Es decir, ha sido muy natural, nada rápido ni forzado. No ha sido un "te veo y estoy locamente enamorado de ti" sino el transcurso de una amistad que deriva a más.

También quiero dar un premio a dos personajes secundarios: Leon y Diana. Primero, porque me reído demasiado con estos dos. Segundo, porque me estoy acordando de dos escenas -que giran en torno a lo mismo- en las que me han enseñado algo muy importante. Creo que es importante terminar un libro con algo aprendido, o interiorizado, o con un propósito. Y yo lo tengo.

¿Qué hace que una persona te quiera? Es decir, la gente se enamora de cosas, normalmente cosas positivas. Pero, ¿qué pasa cuado no tienes nada positivo de lo que otro se pueda enamorar? Es imposible que alguien te quiera si no tienes nada que se pueda querer.

Hay tiempo de sobra para conectar con ambos personajes, y no es difícil, porque el libro está narrado en tercera persona, pero cada capítulo centrado en uno de los protagonistas, alternándose. De hecho, yo al menos, me he sentido muy, pero muy, identificada con todos. Son tan reales que no ha habido momento en el que no haya llevado alguna situación de las que pasan a mi vida real.

El futuro no está escrito en las estrellas; el destino no es más que la forma de nombrar a todo lo que no podemos controlar. El futuro, en realidad, ni siquiera existe; vivimos en un eterno presente.

Tengo que admitir que al principio me costó pillarle el ritmo a la lectura. Pero antes de las 100 páginas -de las 500 que hay- ya había entrado en un estado de obsesión que no me permitía ir a clase sin pensar "Ay, ¿y qué pasará ahora con...?"

No sé qué tienen estas autoras que todo lo que escriben me encandila. Repetimos, como en Recuerda que me quieres, las citas célebres antes de cada capítulo, así como una página de agradecimientos de lo más original. Porque sí, me leí la página de agradecimientos. Y me emocioné con la página de agradecimientos. Así que pueden imaginarme con el resto del libro.

-¿Crees que lo habrá sentido?
-Espero que sí. Nunca he abrazado a nadie tan fuerte.

Reí, lloré y se me aceleraba el corazón a momentos y casi ni me daba cuenta. Pero es que realmente me metí de lleno en la historia. Como si estuviera ahí metida, junto a Rin y Via. Sentía la necesidad de ayudarles, de que nada malo les pasara.

La verdad es que no sé qué más decir. Estoy escribiendo esto mientras escucho a John Lennon. Si tuviera que definir la lectura en una palabra sería ternura. Ternura en sangre, chavales. He aprendido muchas cosas, entre citas y reflexiones, porque el libro está plagado de ellas. Sinceramente, no esperaba que me fuera a gustar tanto. Estoy sorprendida, porque estamos en Mayo, y puede ser una de mis lecturas favoritas del año.

Así que no me queda más que agradecer a Wendy Davies, otra vez, por su historia. Porque siempre tienen las palabras perfectas, como si estuvieran escribiendo exclusivamente para mí. Y eso es algo que solo siento leyendo sus novelas. Son únicas.

¡Besos!


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