Reseña | No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas - Laura Norton

jueves, 30 de junio de 2016



Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.
¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?

Y lo más importante: ¿Te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara?
Pues esta es tu novela.

Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos...

Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver...

Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

Es necesario que haga esta comparación: la autora se llama Laura -como yo- y el libro se lo dedica a su hermana Marta -como mi hermana-. Vale, después de esto ya podemos empezar con la reseña.

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es la lectura perfecta para verano. No sabía muy bien por donde iban a ir los tiros cuando leí la sinopsis, pero la verdad es que me gustó tanto que no me lo pensé mucho y empecé a leer la novela. 

La primera cosa que me llamó la atención es la forma en la que esta escrito el libro. Estoy acostumbrada los puntos de vista del protagonista, pero de una forma poética. No sé si me explico bien, pero me refiero a que siempre en las narraciones se explica lo que pasa y lo que siente el personaje de una forma pomposa, como adornada, para que parezca más complejo de lo que realmente es. En esta novela no. En esta novela tú lees exactamente lo que piensa la protagonista. Como cuando a ti te pasa algo y en tu mente suena "claro, porque ahora me viene este tío y me dice que tal y entonces yo...". Pues así. Y me encanta. Además, aunque no me he sentido identificada con ningún personaje, esos comentarios y pensamientos que tiene la protagonista consigo misma sí que son muy yo.

¡Quería gritar! y grité. Y asusté a tres hipsters jovencitos y barbudos que pasaban por la calle y me miraron como si estuviera loca. Y sí, tal vez los muchachos del barrio me llamaran loca, y unos hombres vestidos de blanco me dijeran ven. Y yo grité, no, señor, yo no estoy loca, estuve loca ayer...pero fue por amoooooor. Vale, se me había colado la canción de Mocedades.

Pasando a los personajes, la principal es Sara, una mujer de treinta años que decide, un día cualquiera, dejar las oposiciones y hacerse plumista, como su abuela. Esta chica es la clásica a la que, si se le mete algo en la cabeza, no para y no ve más allá. Pero claro, la suerte no es que esté siempre de su parte y eso hace que le ocurran todas las desgracias del mundo y más. Eso sí, siempre las afronta con un toque de humor -bueno, según el caso-. Es una protagonista divertida e ingeniosa, aunque lo cierto es que a veces tiene reacciones que yo, al menos, no veía lógicas. Es bastante impulsiva y tiende a tomar decisiones sin pensar mucho en lo que viene después.

Así que Sara vuelve a abrir el taller de su abuela e intenta sacar un negocio como buenamente puede, mientras su novio de toda la vida se va un año a París, sus padres están a punto de divorciarse y su hermana de 20 años decide que se va a casar. ¿En que deriva todo esto? Pues que justo esa semana, la semana que Roberto vuelve para pasarla en plan romanticón con Sara, en la casa de la chica está quedándose todo quisqui: el padre, la hermana, el prometido -que resulta ser el amor platónico adolescente de Sara- y, claro está, Roberto, que encima se ha traído a un amigo de París, Eric el vikingo.

Es lo que hay. Es lo que hay. Muerde el polvo, Sara. Asúmelo. [...] Si la gente se reinventa a los sesenta o a los setenta, ¿acaso no puedes hacer tú lo mismo a los treinta? Pues claro que sí. A otra cosa, mariposa, el muerto al hoyo y el vino al bollo.

Vamos, que Sara está que se tira de los pelos.

Mis personajes favoritos han sido, sin duda, Aarón y Eric. El uno porque, en fin, es músico -con eso ya me gana- y porque, no sé, me dio la impresión de ser una persona muy servicial. El otro es que...en serio, adorable. Tenía algunos comentarios que me daban ganas de achucharlo.

-Gente no parece en crisis aquí.
-¿Por qué dices eso?- le pregunté.
-Hay alegría.

Quizá lo que menos me ha gustado del libro es la familia de Sara, en general, pero no por nada, simplemente me cayeron mal. Lu, la hermana, me fue cayendo mejor a lo largo que avanzaba con la lectura, pero al principio mi concepción de ella era que es una niña egoísta y caprichosa. Los padres en cambio me tenían harta con tanto drama, sobre todo la madre. Porque el padre bien que iba de víctima y de que su mundo se venía abajo -¡espabila, hombre!- pero es que la madre....Dios bendito, decía unas cosas y era de un desagradable que yo de Sara me habría ido de casa en cuanto hubiese cumplido los 18. 

Pero bueno, la verdad es que, con todo, cada personaje ha tenido sus momentos de hacerme reír a carcajada limpia.

-Lu, entérate bien. Si quieres seguir viviendo bajo este techo, olvídate de esa boda.
-Pero qué techo ni qué techo, si estamos siempre en el jardín, que parecemos feriantes, coño.

Las situaciones que se muestran en la novela son bastante surrealistas y exageradas, pero eso la autora lo sabe y por eso no intenta normalizarlas, sino simplemente hacernos pasar un buen rato. Son las típicas cosas que te hacen dar gracias a Dios porque tu vida sea normal. Y, como ya dije, el hecho de que el estilo de la autora sea tan sencillo que parezca que todo te lo está contando una amiga ayuda bastante a aligerar la novela.

Lo mejor de todo es que, aunque la lectura sea rápida -yo he tardado menos de día y medio-, ligera y llena de humor, al final tiene una enseñanza para que la lleves a tu vida. Creo que estos libros son los mejores cuando no quieres dramas: los que te hacen reír a más no poder, pero que luego te dejan con algo en qué pensar.

Es terrible que nos tenga que pasar algo de vida o muerte para darnos cuenta de que cada día es un regalo, y que tal vez mañana ya no estemos aquí, y que por eso mismo tenemos que intentar vivir de manera intensa. Ay, parecía que me había indigestado con un libro de Paulo Coelho, pero era así como me sentía.

3 comentarios:

  1. Aiii tengo muchas ganas de leer este libro y espero hacerlo antes de ver la película porque entre el título, el argumento y tu reseña me tiene ganado ^-^

    ¡SE MUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIZ! :):)

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    1. Ayyy que yo me acabo de enterar de que va a salir una película y cuando lo vi me alegré un montón!! Ojalá lo leas pronto, sí!!

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  2. Hola ^.^
    Me paso para decirte que te he nominado a One Lovely Blog Award, espero que te animes a hacerlo :)
    Te dejo el link para que puedas verlo :
    http://espacio0adolescente.blogspot.com.es/2016/07/one-lovely-blog-award.html?m=1
    Un beso enorme, nos leemos!

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